A medida que enfocamos nuestra atención en preparar a la próxima generación para los desafíos del mañana, es igualmente crucial no perder de vista otra necesidad apremiante: educar a los adultos para abordar los desafíos de hoy.

En un mundo laboral cada vez más automatizado, donde la inteligencia artificial está desempeñando un papel cada vez más importante en tareas menos calificadas, es esencial que las personas adquieran constantemente nuevas habilidades creativas, técnicas y de liderazgo para mantenerse a la par con la evolución del entorno laboral.

Según el Foro Económico Mundial, la mitad de todos los empleados necesitarán «recalificarse» para el año 2025. Además, el Índice Global de Habilidades Digitales de Salesforce, publicado a principios de este año, reveló que el 76 % de los encuestados no se siente preparado para un futuro laboral digital.

Estas realidades y el sentimiento generalizado son síntomas de una crisis que no podemos ignorar. Entonces, ¿cómo podemos abordarla de manera efectiva? Aquí te presentamos tres estrategias clave:

Eliminar las Barreras Financieras

El financiamiento por parte de los empleadores es el factor más influyente en las decisiones de los trabajadores sobre cómo continuar su educación. En diversas comparaciones de programas educativos, los adultos que trabajan consistentemente eligieron aquellos que estaban totalmente financiados por sus empleadores, independientemente de otros factores, como la calidad de la certificación o la institución que la ofrece. De hecho, cuando se excluyó la consideración financiera de los costos de matrícula, el 61 % de los adultos que trabajan indicó que aprovecharían de inmediato la oportunidad de continuar sus estudios, siempre y cuando estuvieran totalmente financiados por su empleador.

Comprender los Motivadores Profesionales

La obtención de un título universitario ya no es la principal motivación para los adultos que trabajan. Esto se debe a que muchos de ellos desean avanzar prácticamente en su campo actual en lugar de cambiar radicalmente de carrera. El 44 % de los encuestados citó el avance en su profesión actual como su principal motivación, en comparación con el 28 % que esperaba que la educación permitiera un cambio de carrera. Tan solo el 12 % de los encuestados afirmó que obtener un título universitario era su principal prioridad en un programa de educación.

Ofrecer Cursos Flexibles

La flexibilidad es esencial para los adultos que trabajan. La opción «cursos flexibles/a su propio ritmo» es primordial a la hora de decidir qué estudiar, junto con el avance en la «carrera y el salario», como la característica más importante, siendo superada solo por «matrícula asequible». Esto se relaciona con el hecho de que las personas indican que tienen la posibilidad de dedicar 15 horas o menos a la semana a sus estudios.

Por lo tanto, los proveedores de educación y los empleadores deben considerar cuidadosamente cómo estructurar sus programas para atender a las necesidades de los adultos trabajadores. Deben ofrecer opciones de estudio práctico para quienes necesitan continuar trabajando y no solo para aquellos que pueden permitirse tomar tiempo libre. Al implementar estas estrategias, podemos cerrar la brecha de habilidades y preparar mejor a los adultos trabajadores para los desafíos actuales y futuros del mundo laboral.