Desde que estoy en la escuela, me he dado cuenta de que el sistema premia o castiga de forma individual. Siempre nos han enseñado que hacer un examen de forma colaborativa es una falta grave, le llaman «copiar». Sin embargo, a medida que he ido creciendo, he comprendido lo crucial que es saber trabajar en equipo y colaborar en la vida real. En esta ocasión, compartiré mi perspectiva personal sobre la importancia de formar en habilidades de colaboración, para mejorar las oportunidades de las personas que se encuentran hoy en el sistema educativo (y los que están fuera también)

La demanda laboral actual:

En mi experiencia, he aprendido que el mercado laboral actual busca profesionales capaces de trabajar en equipo y cada vez lo hace con más fuerza. Las habilidades de colaboración son cada vez más valoradas por los empleadores. De hecho, según estudios, el 71% de los empleadores considera que el trabajo en equipo es esencial al momento de contratar nuevos profesionales. Saber colaborar brinda una ventaja competitiva y mejores oportunidades de empleo, sin importar tu área profesional o años de experiencia, por lo que si aún no aprendes esto, debieras hacerlo.

Mejora del desempeño académico:

A lo largo de mi vida he estado siempre estudiando, desde la educación pre-escolar hasta el doctorado y continuas especializaciones. Esto me ha mostrado de forma evidente cómo la colaboración en el entorno educativo puede mejorar mi rendimiento académico. Al trabajar en equipo, he encontrado que puedo retener mejor el conocimiento, desarrollar un pensamiento crítico más sólido y resolver problemas de manera más efectiva que si lo hiciera solo. Además, la colaboración ha hecho que mi experiencia educativa sea más gratificante y enriquecedora, complementando miradas, transfiriendo aprendizajes con mis pares y, por lo tanto, aprendiendo más y mejor. Tal vez las pruebas individuales son algo que debamos repensar e innovar en los sistemas de evaluación que hemos heredado por tantos años.

Fomento de la innovación y la creatividad:

Durante los últimos 15 años he fundado 8 empresas. Claro que no todas han salido como quería, eso es lo natural. Las que peor resultados fueron aquellas en las que no fui capaz de construir equipos y liderarlos de forma efectiva e inclusiva. Así, he descubierto que la colaboración promueve la innovación y la creatividad. Al trabajar con otros, se generan diferentes ideas y perspectivas, lo que nos impulsa a pensar de manera más creativa. Estudios demuestran que los equipos que colaboran producen soluciones más innovadoras y efectivas. Esto me ha llevado, con los años, a transformar mi forma de trabajar, de liderar y de comprender los proyectos que lidero, entendiendo que el principal desafío que tengo es construir las condiciones para que se generen los equipos ideales, ya que solo ellos podrán llevar las ideas a un destino real y, muchas veces, mejor que el esperado.

Preparación para el mundo laboral:

Según investigaciones, se espera que el 36% de los empleos para el año 2025 requieran habilidades de resolución de problemas complejos, las cuales se fortalecen mediante el trabajo colaborativo. Además, las nuevas tecnologías podrán resolver por nosotros muchas de las tareas cotidianas, por lo que estamos invitados a ir más allá, tomar los grandes desafíos y poder resolverlos de una manera única. Y, para lograrlo, necesitamos de personas que sepan, quieran y valoren la colaboración para crear los caminos que aún no podemos transitar.

Desarrollo de mis habilidades sociales:

Personalmente, puedo señalar con convicción que la colaboración no solo ha mejorado mis habilidades técnicas, sino también mis habilidades sociales. Al trabajar en equipo, he aprendido a comunicarme de manera efectiva, a escuchar activamente, a negociar y a resolver conflictos, lo que ciertamente no me hace inmune a tener siempre nuevos desafíos de adaptación que van creciendo junto con mis habilidades. Estas destrezas sociales son fundamentales para el éxito tanto en mi vida profesional como en la vida personal, y lamentablemente siguen tan ausente de las aulas a todos los niveles.

Invitación:

La educación debe cambiar para que podamos construir las habilidades necesarias en el mundo actual y realizar los cambios culturales que necesitamos. No podemos seguir pensando que quien lleva a la cima (o éxito) lo hizo en soledad, ¡Claro que NO!

Nadie logra sus metas jugando solo, necesita de otras personas que contribuyen para que eso pasa. De la misma forma, cuando nosotros ayudamos a los demás a llegar donde desean aprendemos, nos sentimos mejor con nosotros mismos y convertimos en actores o actrices del cambio significativo.

Yo, en las clases y cursos que dicto en diferentes países, ya no evalúo a nadie por tareas individuales, sino que lo hago por su resultado que pudo obtener como fruto de articularse con los demás, de motivar, liderar y proponer en la diversidad, porque así funciona la vida, cuando hacemos que funcione mejor.

¿Y tú? ¿qué quieres promover en la educación?