Mediante la personalización del aprendizaje los estudiantes tienen diferentes necesidades y estilos de aprendizaje, por lo que es importante que la enseñanza se adapte a sus necesidades individuales. Los docentes pueden utilizar tecnologías de inteligencia artificial y análisis de datos para personalizar el aprendizaje y ofrecer experiencias adaptativas.
La retroalimentación es esencial para mejorar el éxito formativo. Los docentes deben proporcionar retroalimentación frecuente y específica a los estudiantes para ayudarles a mejorar su comprensión y desempeño. Su enfoque debe ser constructiva, clara y relacionada con los objetivos de aprendizaje.
Fomentar la colaboración y el trabajo en equipo: El aprendizaje colaborativo y el trabajo en equipo pueden ayudar a los estudiantes a mejorar su comprensión y retención de la información. Los docentes deben fomentar estas estrategias en el aula, así como proporcionar oportunidades para que los estudiantes trabajen juntos en proyectos para potenciar sus conocimientos
Los estudiantes en el proceso de aprendizaje, en lugar de simplemente escuchar y tomar notas, pueden utilizar estrategias que las instituciones le pueden otorgar, tales como el aprendizaje basado en proyectos, la discusión en grupo y las actividades prácticas para fomentar la participación de estos.
Las personas que están cursando un tipo de formación, ya sea de pregrado o posgrado necesitan competencias de pensamiento crítico y resolución de problemas para tener éxito en la educación y en la vida. Los docentes pueden fomentar estas competencias mediante la presentación de situaciones complejas y desafiantes, así como mediante la provisión de oportunidades para que los estos resuelvan problemas y tomen decisiones. Junto con ello, existen herramientas que se desarrollan en HPI International que permiten conocer y desarrollar competencias transversales de los estudiantes para tomar acciones oportunas y así garantizar el perfil de egreso que se requiere de cada carrera.
Enfoque en habilidades sociales y emocionales: son fundamentales para el éxito formativo, los docentes pueden ayudar a los estudiantes a desarrollar habilidades como la empatía, la colaboración, la autogestión y la toma de decisiones responsable. Los programas de educación social y emocional pueden ser muy útiles para fomentar estas habilidades.
Al utilizar estas estrategias, los actores relevantes de las instituciones de educación superior pueden ayudar a mejorar el éxito formativo de los estudiantes y ayudarles a alcanzar su máximo potencial en la educación y en la vida.