En un mundo donde los negocios y la sociedad están experimentando cambios sin precedentes, la necesidad de adoptar un enfoque de «las habilidades primero» en los sistemas educativos se vuelve imperativa. Nos enfrentamos a desafíos como la creciente desigualdad, la propagación de la desinformación, el impacto del cambio climático y los avances tecnológicos vertiginosos. Todo esto está remodelando las habilidades necesarias para que los niños y adolescentes prosperen en la vida y en el mundo laboral. Sorprendentemente, menos del 50% de los niños y adolescentes en todo el mundo están encaminados a desarrollar las habilidades necesarias para tener éxito, según la UNESCO.
Históricamente, los sistemas educativos han enfocado su atención en la adquisición de conocimientos e información, relegando a un segundo plano las habilidades interpersonales. Sin embargo, este enfoque necesita una transformación profunda.
Forjando un Consenso para Impulsar la Agenda de Habilidades
El Foro Económico Mundial (FEM) ha identificado que tanto los proveedores de educación como la comunidad empresarial, carecen de un lenguaje común cuando se trata de hablar de habilidades. Esta falta de definiciones y comprensión compartidas es un obstáculo clave para avanzar en la agenda de habilidades, promover la inversión y orientar la implementación de enfoques pedagógicos innovadores desde una edad temprana.
Habilidades: Más Allá de la Taxonomía
Para comprender mejor las habilidades, podemos definirlas como «el conjunto de capacidades orientadas hacia procesos que permiten a un individuo alcanzar un objetivo específico». Pero no se trata solo de capacidades técnicas. También se trata de actitudes y valores.
Las actitudes están relacionadas con el «por qué» de hacer algo y motivar a los estudiantes para que desarrollen la resiliencia necesaria para superar desafíos, incluyendo el propio proceso de aprendizaje. Los valores guían a los estudiantes a resolver conflictos mediante el razonamiento en lugar de recurrir al engaño, la violencia o el abuso de poder. Enseñar actitudes y valores es fundamental para ayudar a los niños a convertirse en aprendices resilientes de por vida y ciudadanos activos en un mundo en constante cambio.
Aprendizaje a Través de Desafíos del Mundo Real
La enseñanza efectiva no se limita a la transmisión de conocimientos teóricos, sino que se nutre de casos concretos y problemas del mundo real. Esta aproximación no solo fomenta eficazmente el desarrollo de habilidades, sino que también suele promover el desarrollo de múltiples habilidades de manera simultánea. Esta metodología tiene aplicaciones directas en la vida cotidiana y estimula un aprendizaje continuo a lo largo de toda la vida. Aprender a través del juego es uno de los enfoques más efectivos para enseñar habilidades y valores en conjunción con el mundo real, lo que hace que el aprendizaje sea tanto efectivo como divertido.
En conclusión, el enfoque de «habilidades primero» en la educación es fundamental para preparar a la generación futura para los desafíos de un mundo en constante evolución. Forjar un consenso en torno a las habilidades, incluyendo actitudes y valores, y promover un aprendizaje basado en desafíos del mundo real, son pasos esenciales en esta dirección.