En la actualidad, el mercado laboral se caracteriza por una fuerte demanda de habilidades y competencias específicas, en lugar de simplemente tener una titulación académica. Además, la rapidez con la que se producen cambios en la tecnología y en la economía hace que sea necesario que los trabajadores se actualicen constantemente para poder mantenerse al día en sus habilidades y competencias.
A medida que las brechas de competencias se vuelven más evidentes, la educación continua se ha convertido en una necesidad cada vez más urgente. Los trabajadores necesitan adquirir nuevas habilidades y competencias para poder adaptarse a las necesidades cambiantes del mercado laboral.
Según un informe del Banco Mundial de 2019, se espera que para el año 2030, aproximadamente el 85% de los trabajos requerirán habilidades y competencias digitales. Esto significa que la educación continua será esencial para que los trabajadores se mantengan competitivos en el mercado laboral.
Además, un estudio de la consultora McKinsey encontró que el 87% de los trabajadores en todo el mundo necesitarán desarrollar nuevas habilidades en el futuro cercano debido a la automatización y la inteligencia artificial.
A medida que la demanda de educación continua aumenta, muchas instituciones educativas están luchando para adaptarse. La mayoría de las instituciones de educación superior aún se centran en ofrecer programas de pregrado y posgrado tradicionales, en lugar de enfocarse en la educación continua y la formación profesional.
Esto ha llevado a una disminución en la matrícula en las instituciones de educación superior en algunos países. En los Estados Unidos, por ejemplo, la matrícula en los programas de pregrado ha disminuido un 8% desde su punto máximo en 2010. Al mismo tiempo, la matrícula en programas de educación continua ha aumentado en un 23% desde 2010.
Las instituciones educativas que no están a la altura de las demandas del mercado laboral pueden estar perdiendo a los estudiantes que buscan opciones de educación continua más flexibles y personalizadas.
En respuesta a estas tendencias, muchas instituciones educativas están comenzando a ofrecer programas de educación continua más enfocados en habilidades específicas y en el desarrollo profesional. Algunas de estas instituciones están utilizando tecnologías de aprendizaje en línea y microcredenciales para hacer que la educación continua sea más accesible y asequible.
Un estudio de la Universidad de Harvard encontró que los programas de educación continua que utilizan tecnologías de aprendizaje en línea tienen tasas de finalización más altas que los programas presenciales. Además, la mayoría de los estudiantes de programas de educación continua en línea dijeron que los programas les ayudaron a desarrollar habilidades que eran relevantes para su trabajo actual.
Otro enfoque que están adoptando las instituciones educativas es el de las asociaciones y alianzas con empresas y organizaciones para desarrollar programas de educación continua enfocados en habilidades y competencias específicas que sean relevantes para el mercado laboral. Estas asociaciones y alianzas pueden ayudar a las instituciones educativas a identificar las habilidades y competencias más demandadas en el mercado y diseñar programas de educación continua que satisfagan esas necesidades.
Un ejemplo de una asociación exitosa entre una empresa y una institución educativa es la colaboración entre Google y la Universidad de Londres para ofrecer una Maestría en Ciencias en Ciencias de Datos y Análisis. El programa está diseñado para enseñar habilidades en ciencias de datos que son altamente demandadas en el mercado laboral, y ha sido muy popular entre los estudiantes y los empleadores.
En general, las instituciones educativas que están respondiendo efectivamente a las brechas de competencias en el mercado laboral están viendo un aumento en la demanda de programas de educación continua. En los Estados Unidos, por ejemplo, se espera que la educación continua crezca a una tasa anual compuesta del 5% hasta 2025, en comparación con una tasa del 1,5% para la educación superior en general.
Sin embargo, todavía hay desafíos para que las instituciones educativas ofrezcan programas de educación continua que sean efectivos y relevantes para el mercado laboral. Una de las mayores barreras es la falta de financiamiento. Muchos trabajadores no pueden pagar por programas de educación continua, y las empresas también pueden ser reacias a invertir en la formación de sus empleados.
Además, puede ser difícil para las instituciones educativas mantenerse al día con los cambios rápidos en el mercado laboral y las tecnologías emergentes. Las instituciones que tienen éxito en la educación continua suelen ser las que tienen la capacidad de adaptarse rápidamente a los cambios en el mercado laboral y en las necesidades de los estudiantes.
En conclusión, la demanda de habilidades y competencias específicas en el mercado laboral está impulsando la necesidad de educación continua. Las instituciones educativas que no están a la altura de las demandas del mercado laboral están perdiendo a los estudiantes que buscan opciones de educación continua más flexibles y personalizadas.
Para abordar las brechas de competencias en el mercado laboral, las instituciones educativas deben adoptar un enfoque más enfocado en habilidades y competencias específicas y en la formación profesional. Las asociaciones y alianzas con empresas y organizaciones pueden ser una forma efectiva de desarrollar programas de educación continua que satisfagan las necesidades del mercado.
Aunque hay desafíos que enfrentar, la educación continua sigue siendo una forma esencial para que los trabajadores se mantengan al día con las demandas cambiantes del mercado laboral.
La educación continua también puede ayudar a cerrar la brecha de ingresos entre los trabajadores con diferentes niveles educativos. Según un informe de la Oficina de Estadísticas Laborales de EE. UU., los trabajadores con un título universitario ganan un promedio de $1,248 por semana, mientras que los trabajadores sin título ganan un promedio de $746 por semana. Sin embargo, los trabajadores que participan en programas de educación continua tienen la oportunidad de mejorar sus habilidades y competencias, lo que puede llevar a un aumento en los ingresos y una mayor movilidad laboral.
En última instancia, la educación continua es una herramienta importante para abordar las brechas de competencias en el mercado laboral y mejorar la empleabilidad de los trabajadores. Las instituciones educativas que están dispuestas a adaptarse rápidamente a las necesidades del mercado laboral y ofrecer programas de educación continua efectivos y relevantes tendrán éxito en el futuro.